Tras unos años en que parecía que las bodas habían decaído nos encontramos de nuevo ante una subida del sector nupcial y con ello la aparición de supuestos profesionales, entre ellos los fotógrafos de boda.
Es un sector difícil de controlar y que cada vez hay más probabilidad de que cualquier persona reúna 500€, se compre una cámara, haga 1 curso de verano y se haga llamar fotografo.
El precio del material y la calidad que ofrecen los fabricantes de fotografía son alguno de los motivos, ya que con poco dinero podemos conseguir cámaras que disparan a unas resoluciones increíbles con una calidad espectacular.
En una gran ciudad hay una feroz competencia, por ejemplo: un fotógrafo de boda en Barcelona, al haber más intrusismo, tenga que luchar más por hacerse un hueco que en una ciudad o pueblo pequeño.
Para la persona que no es profesional de la fotografía le será difícil detectar a un fotografo que no es profesional.
Una de las recomendaciones es mirar las opiniones de otros usuarios en paginas especializadas en bodas, ya que tendrás una opinión sincera del fotografo de boda del cual quieras tener más información.
Otra de las recomendaciones es que te reúnas con al menos 3 fotógrafos de boda para tener diferentes propuestas, valorar que te ofrecen en el pack de boda y sobre todo ver si tienes «feeling» con ellos.
Déjate aconsejar por otros profesionales, pregunta a los que ya hayas contratado, al restaruante, al DJ o a tu Wedding planner, seguramente ellos hayan coincidido en alguna boda con el fotógrafo de bodas que quieres contratar.
Huye de los fotógrafos de boda que te entregan las fotos el mismo día, es imposible editar 1000 o 1500 fotografías el mismo día de la boda.
No te dejes llevar por el precio, podrías llevarte una decepción en el día más importante de tu vida. Recuerda que la fotografía de boda lleva mucho trabajo posterior de edición fotográfica y eso se paga.